Espetxe Sarea Euskadi-Nafarroa (ESEN) Diciembre de 2020
Queremos presentarnos. ESEN (Espetxe Sarea Euskadi-Nafarroa) es una red de entidades y organizaciones sociales del ámbito penitenciario del País Vasco y Navarra que se presentó públicamente en junio de 2014 organizando una jornada en Bilbao dedicada al análisis de la realidad penitenciaria en Euskadi. Este trabajo de organización y colaboración entre las entidades sociales vasco-navarras del ámbito penitenciario la llevamos desarrollando desde el año 2010, cuando varias asociaciones y organizaciones de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa que gestionaban recursos de acogida para personas presas se reunieron para encontrar puntos de colaboración entre nuestras organizaciones y definir problemáticas comunes de cara a reivindicar una mejor atención de los internos e internas que cumplían una pena privativa de libertad.
Los objetivos de trabajo de ESEN, integrada en el Red Estatal de Organizaciones del Entorno Penitenciario (ROSEP), creada en Madrid en el año 2013, son elevar la realidad penitenciaria a la agenda política y a la sociedad, promover un abordaje del tratamiento penal y penitenciario centrado en la persona como sujeto de derechos y en sus posibilidades de resocialización, valorar e influir en las políticas sociales para atender las necesidades de las personas privadas de libertad, y sensibilizar a la sociedad en general sobre la realidad de este colectivo y su corresponsabilidad en su atención.
Una veintena de entidades sociales formamos parte de ESEN en la actualidad: Adap, Adsis-Bestalde, Arrats, Berriztu, Bidesari, Comisión Ciudadana Anti-Sida de Álava, Cruz Roja-Euskadi, Etorkintza Elkargoa, Erain, Fundación Gizakia, Goiztiri, Iresgi, Loiola Etxea, Osabideak, Sare Apoyo VIH/Sida, Salhaketa, Erroak-Sartu Elkartea, Susterra, Zubiko y Zubietxe.
Hace treinta años, en diciembre de 1990, la ONU aprueba la resolución denominada Reglas mínimas sobre las medidas no privativas de la libertad, conocidas como Reglas de Tokio. Expresan el convencimiento de que las medidas sustitutivas y alternativas al encarcelamiento pueden ser un medio eficaz para la atención de las personas que han cometido delitos y que hay que alentar una mayor participación de la comunidad en la gestión de la justicia penal y en el régimen aplicable a las personas delincuentes. Se afirma que la promoción de medidas no privativas de libertad es algo plenamente ventajoso para estas personas y para la sociedad. Veinte años después, en diciembre de 2010, partiendo de la realidad de que las mujeres privadas de libertad son un grupo especialmente vulnerable por múltiples razones, la ONU aprueba las Reglas de Bangkok para el tratamiento de las reclusas y las medidas no privativas de libertad para las mujeres delincuentes. Estas reglas alientan a los Estados para que establezcan medidas sustitutivas del encarcelamiento, den prioridad a la financiación de esos sistemas y a la elaboración de los mecanismos necesarios para su aplicación.
Para este mes se anuncian las transferencias penitenciarias a Euskadi. Desde ESEN pensamos que debería impulsarse lo antes posible una mesa de participación social e institucional que sirva para organizar y planificar la atención de las personas privadas de libertad en el País Vasco. Tener planes y organización para cuando se asuman las transferencias.
Este proceso tiene que contar con cuatro sólidos cimientos: aunar el apoyo decidido de los servicios sociales, educativos y sanitarios de la comunidad; promover un amplio consenso social; disponer de presupuestos suficientes y defender el objetivo humanizador en la aplicación de las penas privativas de libertad. En este sentido tenemos que recordar que la legislación vasca en materia de servicios sociales (Ley de Servicios Sociales y el Decreto de Cartera de Prestaciones y Servicios Sociales) no menciona al colectivo de personas presas y esto está creando dificultades muy importantes en su atención en la comunidad. Deberían tenerse en cuenta especialmente la vulnerabilidad y el conjunto de necesidades que presentan las personas presas y disponer de un marco legal que tuviera en cuenta su debida atención.
Defendemos que un 40% de las personas que cumplen una pena de prisión puedan disponer de itinerarios individualizados de inserción en medio abierto y en libertad condicional. Afirmamos esta idea porque es la fórmula más efectiva para lograr la inserción social de las personas que se encuentran en prisión y reducir su reincidencia. Para ello es necesario crear y proveer plazas residenciales y de atención en la comunidad suficientes para acoger a las personas presas que carecen de apoyo familiar o necesitan un programa especializado de carácter educativo, psicológico, médico, de control de conductas o formativo. Deberían impulsarse los Centros de Inserción Social o las Unidades Dependientes como centros de referencia en la atención a las personas presas, es decir, invertir en los sistemas y mecanismos alternativos al encarcelamiento y en medio abierto.
Recordando el título de este artículo, unimos el concepto de transferencias al de cuidar (de las personas y de la comunidad). Cuidar significa poner diligencia, atención y solicitud en la ejecución de algo, así como asistir y pensar. Deseamos, y en eso nos tendrán las instituciones y la sociedad, que las transferencias se hagan pensando en las numerosas necesidades que presentan las personas encarceladas, en la comunidad y en la asistencia a las víctimas de los delitos, en la prevención del delito, en el fomento de las alternativas a la pena privativa de libertad (con el régimen abierto, libertad condicional, mediación, medidas de sustitución, trabajos en beneficio de la comunidad, etc.) y en el desarrollo de los recursos educativos, sanitarios, formativos o de ayudas y prestaciones sociales. No es más segura una sociedad que tiene más personas privadas de libertad. Lo es cuando acompañamos procesos de reinserción social reales y comunitarios. Tenemos establecidos y precisados los mecanismos y procesos de la entrada en prisión, pero no hemos debatido, consensuado ni dotado de recursos suficientes los itinerarios para propiciar una salida adecuada en libertad.
PUBLICADO EN EL DIARIO VASCO el 03/03/2021 : https://www.diariovasco.com/opinion/transferencias-penitenciarias-cuidar-20210303001603-ntvo.html